Es una institución nacional que trabaja para lograr la estabilidad y el bienestar de la familia, contemplando todos aquellos problemas que puedan afectarla. Trabaja para, por y con la familia. Se ocupa de defender los derechos de la familia; procurar el bien de la niñez y de la juventud; asumir la representación de sus asociadas cuando así convenga al bien de la familia; brindar a sus socias y a su familia variados e importantes servicios sociales, abiertos a la comunidad y organizados de acuerdo a las necesidades de su lugar de acción.
En cada sección parroquial se nuclean las socias y de acuerdo a las necesidades de cada lugar crean los Servicios Sociales que esa comunidad necesita. El servicio es para la sociedad y, además, está abierto a la comunidad: Cursos de idiomas, manualidades, computación, etc. Para asociarse a la Liga de Madres de Familia, que puede realizarse en cualquier sección parroquial, se deben cumplir los siguientes requisitos: ser casada, sin distinción de credos; aceptar la declaración de los principios y vivir de acuerdo a ellos y abonar la cuota mensual mínima que facilite la acción promocional que se desarrolla en todo el país.
Corría el año 1950 y Mons. Manuel Moledo (1907-1988) durante una Asamblea de la Acción Católica Argentina que se lleva a cabo en la cuidad de Corrientes consideró que la familia necesitaba de una institución que la promoviera a través de la mujer y la madre. Fue así que en junio de 1951 reunido un grupo de dirigentes, muchas de ellas surgidas de las filas de la Acción Católica se formó la Liga de Madres de Familia. El éxito acompañó la difusión de su objetivo primordial: «la familia», célula vital de la sociedad. Varias fueron las ciudades del interior en donde la Liga de Madres de Familia abrió sus puertas.
La Institución es conducida por una Comisión Nacional, integrada actualmente por 12 representantes de diferentes Diócesis, que coordina la actividad de Comisiones Diocesanas y Secciones a través de las cuales se difunden las actividades de la Liga a todas las asociadas. Las socias de la Liga de Madres de Familia se agrupan en Secciones, las que en cada Diócesis forman una sola Unidad Diocesana. Las distintas Diócesis de la República constituyen una sola Unidad Nacional dirigida por la Comisión Nacional. La Comisión Nacional es el órgano directivo superior de toda la organización, y tiene a su cargo la unidad del movimiento en toda la República.
Agrupar a las mujeres para actuar en ayuda y defensa espiritual, moral, material, social y asistencial de la familia, aunando sus esfuerzos a fin de lograr en todos los órdenes de la vida, el mayor éxito de su misión, trabajar por el bien de la niñez y de la juventud, difundir, propugnar y defender los principios expuestos en la Declaración de Principios y asumir su representación cuando así convenga al bien de la familia.
1) La familia es la fuente de donde recibimos la vida, la primera escuela donde aprendemos a pensar, el primer templo donde aprendemos a orar, por lo tanto, debemos fomentar y estimular cuanto favorece su unidad, su estabilidad y su fecundidad, combatir todo lo que la destruya o quebrante.
2) La familia, institución emanada de la naturaleza, tiene por principio y fundamento el matrimonio, libremente consentido e indisoluble, elevado por JESUCRISTO a la dignidad de Sacramento.
3) La familia comprende la sociedad conyugal que une a los esposos, hombre y mujer juntamente con los hijos nacidos del matrimonio o legalmente adoptados.
4) Los padres tienen la patria potestad compartida con respecto a los hijos.
5) La unión de los esposos trae como consecuencia la transmisión, mantenimiento y desarrollo de la vida hasta llegar a la perfección moral y perpetuidad de la especie humana.
6) El régimen del divorcio se halla en oposición formal con la constitución de la familia.
7) La vida humana debe ser respetada y protegida absolutamente desde el momento de la concepción por lo tanto el aborto es una directa violación del derecho fundamental a la vida del ser humano.
8) Los poderes públicos tienen la obligación de adoptar y consagrar, como única y legítima, la ley de la transmisión de la vida por la familia y deben también reprimir todo cuanto ataca a dicha ley: las propagandas inmorales, la falta de trabajo digno, la mala distribución de los ingresos y las cargas públicas.
9) La familia tiene derecho a ser protegida contra los diversos ataques que son instrumentos de su disolución.
10) El niño tiene derecho a la formación física, intelectual, moral y religiosa. Incumbe a los padres la obligación de procurar esta formación y deben ser protegidos en sus esfuerzos encaminados al cumplimiento de este deber. Una legislación protectora de los derechos del niño contra los padres incapaces, negligentes o perversos, pero también contra los terceros que dificultan la acción eficaz de los padres.
11) La Escuela tiene por fin completar la obra educadora de los padres y suplirlos en la enseñanza en cuanto sea necesario. El maestro es, pues, por su propia función, delegado de los padres.
12) Los derechos de los padres no son, con todo, absolutos. Se armonizan con los derechos de la Iglesia y con los del Estado en caso necesario.
13) La familia tiene derecho a poseer. Conviene que la Ley le facilite la adquisición de un bien o dominio familiar.
14) Debe garantizarse a la familia la transmisión hereditaria.
15) Los padres que cumplen a conciencia los deberes de su ministerio, deben poder encontrar en su trabajo, mediante la organización social, los recursos suficientes para la subsistencia y educación de la familia.
Copyright © 2022 Liga de Madres de Familia
Todos los derechos reservados.
Usamos cookies para analizar el tráfico del sitio web y optimizar tu experiencia en el sitio. Al aceptar nuestro uso de cookies, tus datos se agruparán con los datos de todos los demás usuarios.